“SEXUALIDAD; EDUCAR EN Y PARA LA AFECTIVIDAD”
SEXUALIDAD: La sexualidad forma parte de todas las personas, desde el nacimiento, hasta la muerte, por tanto niños, jóvenes y adultos son sexuados. Implica el sexo (hombre o mujer), los afectos, los roles de género, los cambios físicos, las relaciones sexuales, entre otros.
SEXUALIDAD INFANTIL: Para los padres y madres de familia, abordar la sexualidad de sus hijos pequeños constituye un reto a enfrentar en la cotidianidad. La decisión más acertada es tratar con normalidad y certeza las dudas y curiosidades de los niños que se encuentran en etapa de descubrimiento y exploración. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden resultar útiles para afrontar la sexualidad infantil.
Normalizar la curiosidad y exploración de los niños pequeños. A partir de los 2 o 3 años los niños descubren las diferencias entre los hombres y mujeres, los órganos genitales y diferencias físicas entre sus cuerpos y los cuerpos de los adultos; esto genera curiosidad y llama su atención generando en ocasiones exploración de su propio cuerpo, sin embargo debe orientarse desde muy pequeños en relación a las restricciones y cuidados sobre el cuerpo, los genitales o partes íntimas de los niños.
Promover la equidad de género y el respeto por la diferencia. Entre los cinco y los siete años, los niños y niñas empiezan a descubrir su masculinidad o feminidad, por lo que tienden a juntarse con personas de su mismo sexo. Busque abordar las diferencias desde un punto de vista constructivo, y responda a las curiosidades de los niños cada vez que sea necesario.
Mantenerse atento a conductas inadecuadas. En ocasiones, la curiosidad y exploración pueden tornarse riesgosas. Frente a la insistencia de los niños y niñas a la manipulación de sus genitales o los de otros niños, es recomendable indagar las causas de su comportamiento y descartar que no se deba a una influencia de adultos o niños mayores que ellos. Suele ser de gran ayuda el acompañamiento psicológico para los padres y los niños.
Mantener una comunicación abierta con los hijos. Ser padres confiables. Estando dispuestos y deseosos de contestar cualquier duda que ellos puedan tener. Se han realizado numerosos estudios que demuestran que los niños que reciben información sexual de sus padres suelen retrasar el comienzo de su actividad sexual y evitar comportamientos de riesgo en comparación con aquellos suyos padres nunca se ocuparon de ofrecerles tal educación.
Generar un clima familiar de confianza, donde el niño o la niña desde pequeño y hasta la adolescente sea capaz de preguntar y hablar sobre diversos temas con naturalidad. Es importante para los padres estar pendientes de las oportunidades que se presentan para hablar de sexualidad con sus hijos. Esto permite que ellos sientan que hablar de sexo es algo normal dentro de la vida familiar y no un tema tabú, diferente y extraño.
Responde con naturalidad, de forma espontánea y precisa a las preguntas de sus hijos. Se sugiere que en caso de no poder responder por distintos motivos, explicarle al niño que se informarán mejor o que por ejemplo les incomoda la pregunta porque no están acostumbrados a hablar de sexualidad, pero que le responderán de todas maneras; o que necesitan conversar con la madre o padre la mejor respuesta para dar. Lo importante es mantener una actitud tranquila y natural frente a estos temas, para que su hijo(a) siga confiando en ustedes como fuente de información valiosa.
Compartir y comunicar sus propios valores, normas y creencias y actuar en coherencia con ellos. los hijos necesitan conocer las creencias, los sentimientos y las actitudes de sus padres en relación con la sexualidad. También es importante que expliquen el porqué de sus creencias. Nadie más que los padres pueden trasmitir los valores intrínsecos a una gran diversidad de temas relacionados (orientación de género, imagen corporal, aborto, iniciación sexual, amor, sexo casual, matrimonio, abstinencia, entre otros). Es importante que para esto tengan claridad respecto de lo que realmente quieren transmitir y ponerse de acuerdo ambos padres.
Promover en sus hijos el desarrollo de una autoestima y autoconcepto positivo, como fundamento del cuidado del cuerpo, del respeto por sí mismo y por los otros.
Mantenerse informado y actualizado sobre sexualidad infantil y adolescente y todo lo que permita disminuir riesgo asociado a la actividad sexual y abuso sexual. No olvidar que brindar información verídica y coherente sobre sexualidad a sus hijos no causa daño, ni promueve conductas sexuales precoces, sino por el contrario, los prepara para un futuro de decisiones personales.