En un sencillo pero sentido homenaje, reconocimos a María Santísima como nuestra madre.
Por eso, nuestros estudiantes, tanto en primaria como en bachillerato, la coronaron, pidiéndole a ella que sea siempre nuestra protectora después de su hijo Jesús.
Que María Santísima bendiga y acompañe a nuestros niños y jóvenes en su caminar, los cubra de todo mal y peligro, y que sea ella entonces, después de Jesús, la fuente de nuestra inspiración